- La corporación reclama soluciones inmediatas ante la situación de urgencia en la que se encuentra el SNS, “está en juego nuestro modelo sanitario y la relación médico-paciente”.
- Reclama un Plan “IFEMA” para la Atención Primaria que descargue a la misma de todas las tareas de diagnóstico, control y seguimiento epidemiológico para evitar el colapso.
- Insta al Ministerio de Sanidad y las CCAA a un gran acuerdo con las profesiones sanitarias.
- Exige que la profesión médica sea declarada profesión de riesgo y que el contagio por COVID-19 sea enfermedad profesional.
El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (CGCOM) muestra su preocupación por la situación de urgencia en la que se encuentra nuestro sistema sanitario, el desbordamiento de la Atención Primaria y posiblemente su defunción; la sobrecarga de las Urgencias; el aumento de ocupación de servicios hospitalarios y UCIs, y muy especialmente el estado de agotamiento físico y emocional de nuestros miles de médicos y médicas que asisten con abatimiento e indignación al espectáculo de nuestros responsables políticos, incapaces de mostrar un mínimo de acuerdo que solucione los problemas urgentes a los que desde hace semanas y meses la profesión médica se enfrenta en diferentes escenarios.
Desde la corporación hemos solicitado soluciones urgentes: una autoridad sanitaria única, la existencia de un marco conceptual aceptado y respetado de normalización de la actuación de salud pública y vigilancia epidemiológica que aleje la toma de decisiones del debate político, la existencia de guías accesibles, sistemas de registros y comunicación robustos, ágiles y transparentes para que los profesionales sanitarios puedan coordinar y sincronizar sus decisiones y aumentar la confiabilidad de nuestras acciones en la población y muy especialmente la puesta en marcha de una estrategia de recursos humanos en salud para afrontar la pandemia.
Atención Primaria desbordada y al borde de la defunción
Asistimos impotentes a la sobrecarga asistencial de la Atención Primaria de salud, que no solo tiene que abordar el seguimiento de la atención a problemas inaplazables, sino al ingente control de enfermedades crónicas, seguimientos de procesos intermedios, atención al paciente pluripatológico y polimedicado, seguimiento de pacientes mayores con escaso apoyo socio familiar y atención a los problemas de salud mental que se ven agravados por la actual situación y a los derivados de esta (angustia, recaídas de adicciones, miedo…) sino que se ha aumentado con el diagnóstico precoz, el control de aislamiento de casos y contactos, la vigilancia y control de residencias de mayores, la vuelta al colegio… y lo que es más patético, el aumento de la carga burocrática derivada de la COVID-19 (informes a colegios y empresas, “bajas” para atender a hijos COVID +, etc.).
Exigimos la puesta en marcha de un Plan “IFEMA” para la Atención Primaria que descargue a la misma de todas estas tareas de diagnóstico, control y seguimiento epidemiológico y permita en condiciones de seguridad una asistencia de calidad. Está en juego la Relación médico-paciente. Está en juego nuestro modelo sanitario.
Profesionales exhaustos y hospitales de nuevo sobrecargados
Desde los Hospitales y sin tregua alguna, se vuelve a escenarios de marzo y abril, con una vuelta a la anulación de la actividad diaria y programada, con aumento de listas de espera, y una disminución del control de procesos graves, y con el temor de desborde y sobrecarga asistencial en unas plantillas cansadas, mermadas y desalentadas.
La profesión médica ha sido duramente afectada por la COVID-19. Sesenta y tres compañeros y compañeras han perdido su vida en el ejercicio de la medicina. Cientos se encuentran en proceso de recuperación y/o con secuelas. Miles han sido infectados y miles siguen trabajando en condiciones de gran dificultad. Resulta paradójico que aún tengamos que reivindicar que la profesión médica sea declarada como profesión de riesgo y que el contagio por COVID-19 sea enfermedad profesional.
Responsabilidad y respeto Hacemos un llamamiento a la población. Hemos agradecido el apoyo y los gestos de ánimo, pero hemos detectado un malestar creciente en pacientes y familiares que manifiestan su descontento a través de comportamientos de agresividad contra los profesionales sanitarios. Desde la profesión médica volvemos a haceros un llamamiento por la responsabilidad a través del cumplimiento cívico con las medidas que se han demostrado efectivas ante la pandemia: distancia física, higiene de manos y uso de mascarillas. Toca volver a recoger nuestras afectividades, nuestros abrazos rotos, nuestra forma de ser.
Acuerdo obligado y urgente
A nuestros dirigentes políticos les decimos que estamos hartos. Exigimos la puesta en marcha de medidas urgentes. Exigimos que se pongan de acuerdo y que abandonen la confrontación, aparquen diferencias, centren el discurso y lideren como país la puesta en común de una hoja de ruta a la que nos sumemos todos. Se lo deben a los profesionales sanitarios y a la sanidad, se lo deben a los miles de ciudadanos que ya no están con nosotros, se lo deben a nuestros mayores, que ven con angustia y miedo el presente y tanto dieron por todos.
Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España instamos al Ministerio de Sanidad y a las Comunidades Autónomas a un gran acuerdo urgente con las profesiones sanitarias, que establezca las acciones a realizar sin demora y evite la situación crítica de nuestro sistema nacional de salud y el desaliento de sus profesionales.
La profesión médica seguirá honrando el compromiso con la ciencia y los pacientes. Porque el profesionalismo médico actual es, posiblemente, uno de los pocos y últimos bastiones que tiene el enfermo grave, excluido y desamparado para aspirar a un mínimo de salud, calidad de vida y dignidad humana.