La planta baja del ayuntamiento de Cuenca se transforma durante los cuatro días de fiesta en un punto de atención sanitaria que cuenta con un puesto de socorro avanzado.
Es más, en una pequeña sala se ha dispuesto un puesto de socorro avanzado por si fuera necesario hacer un “control de daños, es decir, desde un torniquete hasta un taponamiento para estabilizar al paciente y salvar su vida antes de trasladarlo al hospital en ambulancia”, explica Elsa Jiménez, cirujana y coordinadora del dispositivo.
El espacio se ha transformado por completo, las paredes están protegidas, se han dispuestos boxes y las mesas están repletas de material para atender desde traumatismos hasta patologías cardiacas o curas sencillas. Es más, en una pequeña sala se ha dispuesto un puesto de socorro avanzado por si fuera necesario hacer un “control de daños, es decir, desde un torniquete hasta un taponamiento para estabilizar al paciente y salvar su vida antes de trasladarlo al hospital en ambulancia”, explica Elsa Jiménez, cirujana y coordinadora del dispositivo. No obstante, este tipo de actuaciones son las menos comunes ya que, afortunadamente, son pocas las personas que reciben una cornada de la vaquilla.
Además, en la calle Zapaterías se ha instalado un quirófano móvil y en la calle Alfonso VIII, tras las vallas protectoras, están preparadas dos ambulancias de Soporte Vital Básico (SVB) y una de Soporte Vital Avanzado (SVA) para evacuar a todos aquellos que lo necesiten al hospital Virgen de la Luz.
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